Este proyecto busca diversificar la experiencia del visitante en Mashpi por medio del diseño y de la construcción de caminerías elevadas y puentes en, y sobre el dosel; de esta manera el visitante, al recorrerlas, puede relacionarse con el bosque desde distintas alturas. El recorrido es tratado no solamente como circulación, sino como hábitat. Es decir, el diseño arquitectónico está orientado principalmente para que la vegetación de la selva se apropie de él, y por ende, atraiga la fauna nativa del lugar. De cierta manera, es una arquitectura para la flora y la fauna de este ecosistema, además de una arquitectura para las personas. Los turistas seguirán siendo los visitantes en la selva, con la diferencia de que ahora la arquitectura es la que les acerca y la que exhibe las especies vegetales y animales por medio del diseño de espacios/ ecosistemas, y a lo largo de circuitos sobre el nivel del piso.
El recorrido turístico es también un recorrido científico, ya que el circuito y los puntos de interés están ubicados en zonas estratégicas naturales para la investigación. Estos lugares naturales, o ecosistemas, complementarán a los espacios arquitectónicos introducidos en el recorrido. De esta manera se busca lograr una sinergia entre el hábitat natural y el artificial, para generar un espacio que busque, valga la redundancia, motivar a las especies vegetales y animales a apropiarse de los espacios arquitectónicos; así podrán ser estudiadas y también podrán ser exhibidas, pero en un hábitat híbrido, natural/artificial.